El Carmelo se involucra con Laudato Sí: Escuchando el grito del pobre y de la tierra

Karit participa en el congreso internacional para los carmelitas de Justicia, Paz e Integridad de la Creación

 Del 22 al 29 de julio, un grupo de unos 40 miembros de la Familia Carmelita Internacional, entre los que se encontraban varios representantes de Karit, Solidarios por la Paz, se reunieron en el Congreso de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) celebrado en Fátima, Portugal bajo el lema de “El Carmelo se involucra con Laudato Sí: Escuchando el grito del pobre y de la tierra (cf. LS. 49)”. Estos carmelitas pasaron una semana estudiando, reflexionando y orando en torno a varias preocupaciones relacionadas con la justicia, la paz y la integridad de la creación. El Congreso estuvo centrado especialmente en la encíclica Laudato Sí del Papa Francisco y nuestra tradición carmelita.

 La encíclica Laudato Sí, fue publicada hace dos años y aunque se ha referenciado como la declaración del Papa sobre el cambio climático, es en realidad una amplia carta a los fieles y a todas las personas de buena voluntad, no sólo con respecto al cambio climático, sino también el cuidado de la naturaleza y de los hermanos y hermanas más frágiles” (LS 64). El Papa Francisco en Laudato Sí nos ofrece una propuesta comprehensiva e integral de las relaciones de los seres humanos con Dios, la tierra y los otros, haciendo explícito el vínculo entre la degradación de la naturaleza y el sufrimiento de los pueblos bajo el poder de una economía de crecimiento infinito y el sobreconsumo.

 Como nos dice Francisco, estamos llamados a "oír el grito de los pobres y el clamor de la tierra". Con ese espíritu se celebró el Congreso en Fátima para discernir cómo podemos escuchar mejor y responder a esos gritos.

 En el Congreso se compartió el gran trabajo que los miembros de la Familia Carmelita están llevando a cabo en países de todo el mundo. Se conocieron experiencias de Justicia y Paz en Perú, República Dominicana, Venezuela, Brasil, Australia, Indonesia, Timor Leste, Malta, Burkina Faso, Zimbabwe, Mozambique, Rwanda,  Trinidad y Tobago, Holanda, Estados Unidos y España. Estos esfuerzos incluyen trabajar con las víctimas de la trata de personas, emigración, educar a los demás sobre las amenazas que plantea el cambio climático o la necesidad de construir puentes entre culturas y clases con el objetivo de erradicar la pobreza y promover el desarrollo equitativo y sostenible. Ciertamente “Carmelite NGO”, organización internacional que representa a la Familia Carmelita en la ONU, es una ilustración del compromiso continuo de los Carmelitas para fomentar la justicia social, económica y ambiental en el mundo. Por su parte, Karit Solidarios por la paz compartió su trabajo continuado de 21 años en 14 países, promocionando a las comunidades más pobres de cara a su desarrollo en servicios básicos y su  implicación en la educación y sensibilización participando en la iniciativas de iglesia como  “Enlázate por la Justicia” y la campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza”.

 Más adelante se discutió sobre lo que cada uno de nosotros puede hacer para cuidar nuestro hogar común, que incluye cuidarse unos a otros y de nuestro planeta, la Creación de Dios. Los participantes del congreso de JPIC, en su mensaje final, emitieron este llamado: "Urgimos a nuestra Familia Carmelita a unirse a nosotros en un compromiso para estudiar, orar y hacer gestos sencillos que contribuirán a un cambio sustantivo de nuestros estilos de vida. La cultura de la indiferencia es uno de los desafíos claves en nuestras comunidades y sociedades. El beato Tito Brandsma, como tantos otros santos carmelitas, nos recuerda que “No estamos llamados a hacer grandes cosas. Estamos llamados a hacer pequeñas cosas con grandeza”. Encontramos que la encíclica Laudato Sí es estimulante tanto para su oración como su estudio y la recomendamos profundamente a toda la Familia Carmelita ".

 Invitamos a todos nuestros socios, lectores, simpatizantes y amigos, carmelitas o no, a unirse a la expresión vital de nuestra fe, que es el trabajo por la Justicia y la Paz.